¡¡GRACIAS POR FORMAR PARTE DE ESTA GRAN FAMILIA QUE ES EL MONTE OROEL!!
Os dejamos con una palabras que nos ha querido dedicar a tod@s.
Y ya sabe Tere, esto no es un adiós, es un hasta luego, las puertas del Monte Oroel siempre van a estar abiertas para ti, al igual que nuestros corazones, en los que te has sabido hacer un hueco, con cariño y saber hacer.
Mensaje
de despedida de Tere
A
los 20 años, con toda la ilusión y las ganas con que una afronta su
primer destino, empieza mi andadura como maestra en Siresa, continúa
en Ansó, luego en Jaca, más tarde en Sabiñánigo para terminar de
nuevo en Jaca, en el Colegio Monte Oroel desde donde hoy me despido
casi con la misma ilusión con la que empecé.
Han
sido casi 40 años durante los cuales he disfrutado y vivido
intensamente mi trabajo. Me siento afortunada por haber podido
ejercer esta profesión que ha sido mi vocación. Ahora empieza otra
etapa especial y diferente, que va a romper con muchas cosas que han
sido habituales hasta hoy, pero que me abrirá nuevas ventanas a las
que asomarme con otra mirada.
Lo
que no se va a borrar es el montón de buenos recuerdos y de buenos
momentos que he compartido con todos vosotros: alumnas y alumnos,
familias, compañeras y compañeros.
Gracias
a todos por haber contribuido a hacer más fácil y gratificante el
día a día de mi trabajo. Tampoco quiero olvidar en este
agradecimiento a los componentes del equipo de orientación,
conserjes, encargados del comedor, personal de limpieza... los
actuales y todos los que han formado parte de la comunidad educativa
a lo largo de mis 25 años en el Monte Oroel.
Me
siento satisfecha y agradecida por haber tenido el apoyo y
reconocimiento de alumnos, ex-alumnos, familias, compañeros... y por
haber conseguido amistades y lazos entrañables que perduran en el
tiempo; lo he podido constatar (es lo que tiene cumplir años...)
Ha
llegado el momento de despedirme y es una buena ocasión para
deciros:
¡Qué
suerte haberos encontrado en mi camino!
Espero
que nos sigamos encontrando. GRACIAS.
Tere
López Barcos
"La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza,
sino de corazón a corazón" (Howard Hendricks)